EL MARATÓN DE LA CAMINATA DEL BRILLO NOCTURNO

Una causa tan grande.

Es una gran idea.

¡Esto es genial!

Aquí hay una historia triste... con un final feliz.

Tenía un mejor amigo. Un amigo desde la infancia. La conozco de toda la vida. Era el tipo de amistad que, aunque no se hable durante meses (porque la vida puede ser bastante agitada), siempre está ahí para el otro. ¡¡Siempre!! Se casó y tuvo un niño pequeño. A pesar de su ocupada vida familiar, siempre nos las arreglamos para pasar tiempo juntos. Más tarde me mudé al extranjero, pero aún así nos las arreglamos para permanecer unidos. Y sabíamos que nada podía cambiar eso.

Bueno... casi nada. La gran C (cáncer) puede cambiar muchas cosas.

Cuando me enteré de que Rita estaba enferma, fue muy difícil para mí. (No puedo imaginar lo que debe haber sido para ella). Ella había ido a visitarme unos meses antes. No hay signos de que algo ande mal. Teníamos un tiempo de mierda (Inglaterra como siempre). Fue el peor día de todos. Pero a pesar del viento y la lluvia, lo pasamos muy bien. Nunca olvidaré ese día.

Fuimos a ver el mar. Era frío, ventoso y gris, el tipo de día en el que ni siquiera quieres salir de la cama. Las gotas de lluvia se sentían como fragmentos de vidrio afilados contra nuestra piel. Pero seguimos con el plan, ya que Rita nunca había visto el mar. Era su primera vez en la costa. Todo listo. Ya está. Decidimos que no dejaríamos que el clima nos detuviera.

No teníamos ni idea de lo que nos esperaba... Guardaré el recuerdo de esa visita. Y estaré siempre feliz de que hayamos pasado ese tiempo juntos antes de que todo se fuera a pique.

Cuando me dijo (en una llamada de Skype) no supe cómo reaccionar. En realidad, la evité durante dos meses porque no sabía cómo afrontarlo. No pude procesar la enormidad de la misma. ¿Cómo es posible que tuviera cáncer de pulmón si ni siquiera fumaba? ¿Y por qué no lo encontraron antes? Estaba tan enojada... Quería gritar y llorar y gritar y gritar un poco más... No sé lo que quería realmente. ¿Respuestas? ¿Para que no ocurriera? Pero fue horrible.

Era tan positiva. Era tan fuerte. Y se mantuvo así hasta el final. ¡¡Luchó contra ello durante más de dos años!! Al final este horrible monstruo era más fuerte que ella. Hablamos unos días antes de que nos dejara. Sólo tenía 37 años...

Desde entonces, veo la vida de manera diferente. No lo doy por sentado. La vivo como si cada día fuera el último. El fallecimiento de Rita tuvo un profundo efecto en mí. La echo de menos terriblemente pero me enseñó algo. Ahora agarro la vida por los zapatos.  

También aprovecho cada ocasión para ayudar a la investigación del cáncer. Así que podemos deshacernos de él para siempre. ¿Sabes esos anuncios que ves en la televisión? Venzamos el cáncer. La investigación mata el cáncer. ¿Cáncer que venimos a buscarte? Así es como me siento. Me siento fortalecido por esta causa. No soy un científico. No puedo encontrar la cura en un laboratorio. Pero puedo caminar. Y correr. Y escalar. Y recaudar dinero para los investigadores que puedan encontrar esa cura.

Para esta última iniciativa he subido el listón. He sobrepasado mis límites. Decidí hacer un maratón nocturno. Sí, de verdad, todos los 26,2 kilómetros de ella, en la oscuridad! Como primerizo, opté por caminar... (Aunque sigue siendo bastante difícil... ¿cuándo fue la última vez que caminó 26 millas?) 

Esperaba terminar dentro de 9 horas. Me pareció razonable. Pero en realidad, no tenía ni idea de cuánto tiempo llevaría. Incluso me sorprendí a mí mismo. Terminé el número 390 de 16.000 personas. 7hrs 40min. Se sintió muy bien (terminando eso es).

Tuve algunos puntos bajos durante la noche. No sólo pensando en Rita y deseando que estuviera conmigo. Sino que sintiendo el dolor (y deseando estar más en forma). Alrededor de la mitad, mi cadera comenzó a dolerme. Nada demasiado serio. Los analgésicos al rescate. Había paradas en boxes cada 4 o 5 millas, pero sabía que si me detenía, no sería capaz de seguir adelante. Así que me encendí. En las últimas dos millas no podía sentir mis pies. Empecé a pensar en cómo diablos iba a llegar a casa. Estaba tan agotado. No dejaba de darme charlas de ánimo "Una causa tan grande". Una gran idea. Esto es genial'.

Todavía me costó caminar unos días después del evento. Mi cadera todavía está en juego y me duelen los pies, pero valió la pena cada minuto. Es una sensación tan edificante ser parte de un evento como este. Hay tanto amor en el aire. Nos unimos. Compartimos. Lloramos. Nos reímos. Estamos juntos en esto. Todos hemos perdido seres queridos y hacer esto por ellos nos da una increíble fuerza y dedicación. Los niveles de energía estaban por las nubes.

¿Y la gran cosa? He recaudado más de 300 libras para la investigación del cáncer, gracias a mis maravillosos amigos y colegas.

Esto se siente muy bien.

Y cualquiera puede hacerlo. Increíble.

¿Qué puedo decir? Ha sido muy emotivo...

Por Timea, Night Crawler.